porque creo que aún en este mundo efimero y pasajero, un hombre puede caminar más allá de su patética condición humana, de esa necesidad imperiosa de tener aquello que esperamos aún cuando eso no signifique que lo vayamos a tener. Creo en el mundo más allá de la desilución y la frustración de un corazón herido, sino los sueños que perepetúa en su alma y el amor que no cesa de dar a aquellos que iluman su cielo con sus estrellas. Como un camino a la felicidad, a travéz de las sonrisas que regamos por el mundo.
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