De
niño orinaba en la cama
Por
las noches.
Soñaba
que me inundaba
Y
flotaba en mares interminables.
Era
cálido el olvido.
¡Oh,
oscuro mar de mi tormento!
Abrígame
hoy como ayer.
De
niño mojaba la piyama
Al
dormir
Con una
pequeña lámpara
De la
Virgen María
Sosteniendo
Una
rosa blanca
Como
mis desesperos.
De
niño siempre apestaba
Al
despertar.
Entre
amonio y represión emocional
Mi Escila y mi Caribdis.
Miles
de sueños perdí
En inundaciones indescriptibles.
De niño
moría ahogado
En mis
pesadillas.
¡Oh,
poderosas aguas
Que
ayer devoraron mi descanso!
Devórenme
a mí también.
Hoy me
entrego a su agonía
De
miedo infantil
Hoy me
arrojo a su voluntad.
17/07/2012
ESTEBAN YÉPEZ PASQUEL