Me abrazaba,
Me abraza mucho
Y
me besaba más aún.
Me
abrazaba en su cama
Acostada
junto a mí.
Y
no quería soltarme nunca.
No
quería salir
De
ese mundo
Que
era su cama.
Ella
quería quedarse
Para
siempre en mis brazos,
Porque
sabía que se iría.
Quería
quedarse
Porque
se iba.
Porque
ese mundo
Que
era su cama,
Ese
mundo lo tenía todo,
Nos
tenía a los dos.
Nuestros
abrazos, tan fuertes,
Fueron
siempre tan tristes.
En
ellos, se detenía el tiempo
Entre
ella y yo.
Sin
importar cuánto la abrazara,
Ella
se iba y a mí me
El
mundo entero se me detenía
En
mi aferro a todo en él.
Ella
lloraba mucho, también.
Porque
ese mundo se acababa.
Porque
quería quedarse
Pero
se iba siempre, se fue.
Ella
lloraba y la cama
Se
inundaba,
El
mundo se inundaba.
Y
yo me ahogaba.
Por
más fuerte que me aferrara
Ella
se iba, siempre fue así.
El
diluvio se llevó en la cama,
Un
mundo que es solo una cama
Sin
ti.
¿Qué
tormentas quedan?
Ahora
que mis brazos
No
aferran nada.
Y
no existo en ningún mundo,
No
existo sino en poemas.
Me
abrazaba en su cama
Y
no me soltaba.
Yo
me aferraba a nuestro mundo
Apostando
mis brazos,
Mi
aferro, corazón y todo
A
que no lloviera,
A
que se quedara.
ESTEBAN YÉPEZ PASQUEL
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