miércoles, 4 de mayo de 2011

DECIDÍ

He decidido hoy, que tus nubes ya no oscuresen mis amaneceres, que el día ya no es para lamentarte.
Resulta difícil pensar en un mundo tan acabado como he llegado a creer si existen aún miradas que calientan las entrañas.

Es ese sollozo de un niño al llorar en brazos de quien lo ama por una causa noble, por amor. Aún cuando todavía no lo entienda como tal.

Quiero saber cómo hace un corazón para ser tan sincero como el suyo, tan fiel a sus sentimientos que terminan siendo como nada, puros y verdaderos. El mundo me refleja su bondad a la luz de sus ojos y me siento incapaz de odiarlo como creo hacerlo.
Y es que tartamudea mi corazón crepitando si es su aliento el que me abriga.

Dime qué piensas del amor, qué sientes al ver las miradas de la gente si lo haces. Dime porqué le tomas de la mano. Dime si acaricias su cuerpo con el mismo cuidado que su rostro. Cuéntame qué hiciste ayer. Anda, dime si anoche besaste su cuerpo o su corazón.

He decidido que hoy las nubes ya no oscurezcan mis amaneceres cuando el viendo que empuja mis alas es más fuerte que cualquier huracán.

Es difícil olvidar, es cierto. Pero no es imposible encontrar una estrella en medio de la tormenta.

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